Por: Samuel Barinas V.- Colectivo por la Paz con Justicia Social
Fecha de publicación: 28/11/11
Fecha de publicación: 28/11/11
¿Por qué creer la versión de un régimen que nos
tiene acostumbrados a la mentira, en vez de dudar y esperar información alterna
e investigación?]
¿Por qué creer la versión de un régimen culpable de
3.200 asesinatos de civiles?
Sólo tenemos las informaciones de los militares: no
hay una investigación seria. ¿qué credibilidad tiene un régimen capaz de raptar
a niños de Soacha para asesinarlos y presentar sus cadáveres como
"guerrilleros abatidos en combate"?
Es triste. El estado colombiano eligió la opción de
guerra, el 'rescate' a sangre y fuego, en vez de la opción de paz
que es el intercambio de presos.
1. Nadie sabe lo que pasó en esa selva: No tenemos
por qué creer la versión de un régimen culpable de más de 3.200 asesinatos de
civiles en los 'falsos positivos' y
sus mentiras correlativas.
Sobre los presos de guerra que murieron en una
operación del ejército que el estado llama "operación de rescate" y
en las que casi siempre resultan varios muertos, operaciones contra las cuales
están los mismos familiares de los presos por considerarlas peligrosas. Pero el gobierno igual hace estas operaciones
sanguinarias en vez de hacer un intercambio humanitario de presos.
Acerca de la muerte de 4 soldados el sábado 26 de
noviembre 2011 en una operación de
rescate efectuada por el ejército colombiano en el sur de Colombia, en zona
selvática:
Sólo tenemos las informaciones de los militares: no
hay una investigación seria. Nadie sabe lo que pasó en esa selva, y es
aconsejable usar la prudencia dado que el martilleo mediático nos lleva hacia
conclusiones apresuradas: no tenemos por qué creer la versión del generalato de
un régimen culpable de más de 3.200 asesinatos de niños y jóvenes en los
macabros 'falsos positivos'.
La verdad se sabrá con el tiempo, con mucho tiempo
probablemente. Cabe la duda y preguntarse si no es factible que los haya
ejecutado el mismo régimen a quién le interesaban más muertos para su macabra
propaganda contra la insurgencia, que vivos.
Y no sería la primera vez que el régimen asesina para hacer sus montajes (recordar la
llamada"retoma del palacio de justicia", en la que los militares
asesinaron a magistrados y guerrilleros del M19, y luego mintieron sobre sus
muertes: tras decenas de años se destapa la infamia). Es importante tener presente el modus
operandi del ejército en la atrocidad que cometieron cuando lo del palacio de
Justicia, que asesinaron a quién pudieron, y se llevaron a gente viva herida
que luego torturaron y desaparecieron: entre los desaparecidos están
magistrados, guerrilleros y hasta personal de la cafetería.
Es triste la muerte de los soldados presos de
guerra, la de los guerrilleros, la del pueblo colombiano. El estado colombiano
eligió la opción de guerra, el 'rescate'
a sangre y fuego, en vez de la opción de paz que es el intercambio de presos.
Con la opción de paz se hubiera logrado liberar a los presos de guerra que hoy
están muertos, y también, en intercambio, a presos de guerra guerrilleros que
hoy están el las mazmorras de Colombia, muchos de ellos enfermos terminales. Y
con la opción de paz del intercambio sí se hubiera sabido qué pasó, porque se
hubiera acordado un espacio determinado, con observadores nacionales e
internacionales, haciendo las cosas de manera sensata y humanitaria. La opción
de guerra deja todo lleno de dolor, de muerte y de oscurantismo, porque no hay
manera de saber qué pasó en la selva sino por las versiones de los militares: y
para ser justos no podemos tomar esas versiones como dignas de credibilidad
pues es la versión de un bando en guerra, además de un ejército que para hacer la guerra sucia sicológica con la
exhibición de cadáveres reales, no ha tenido escrúpulos en asesinar para ello a
civiles y presentarlos como "abatidos en combate".
¿qué credibilidad tiene un régimen capaz de raptar a
los niños de Soacha para luego asesinarlos y presentar sus cadáveres como "guerrilleros abatidos en
combate"?
Luego de emitir este cuestionamiento en forma de
duda esencial para el tratamiento de la información y de la realidad, emitir
otro cuestionamiento, este sí ya no como una duda sino como un reclamo a ser
correctos en los términos y las categorías conceptuales, ya que por algo existe
un DIH que contempla dichas categorías.
2. Los militares, policías y soldados NO son secuestrados, son Presos de
Guerra: existe el DIH que los reconoce como tales y que contempla un
INTERCAMBIO HUMANITARIO para que salgan libres en intercambio de los Presos de
Guerra insurgentes:
Pero es el Estado colombiano el que se niega al
INTERCAMBIO Humanitario.
Mientras el estado colombiano se niega a un
intercambio humanitario, demostrando que no le importan nada los soldados que
han peleado en su ejército funcional al gran capital, porque los trata como
carne de cañón negándose una y otra vez al INTERCAMBIO de presos; la guerrilla
no ha cesado de hacer liberaciones unilaterales.
La opción del intercambio sí es la opción de paz, es la opción humanitaria
contemplada en el mismo DIH; pero el estado se niega.
En el Caguán y subsiguientes oportunidades las FARC
liberaron más de 300 (trescientos) presos de guerra en su poder; mientras que
el régimen no libera a los presos políticos y de guerra.
¿Si tanto les importa la vida humana a los generales
y oligarcas que nunca van a la guerra ellos mismos, si tanto les importa la
vida de los soldados (como muestran en la propaganda), por qué se niegan a
intercambiarlos por presos políticos? ¿O es que no les importan, en realidad, a
los generales esos soldados?Esos soldados son muchachos del pueblo que en
cambio sí nos duelen a las y los colombianos que queremos la paz, al igual que
también nos duelen los guerrilleros y guerrilleras muertos, y los apresados,
porque cualquier defensor de derechos humanos sabe que las cárceles colombianas
son centros de tortura, en las que el estado colombiano practica el homicidio
de presos a tal punto que los asesina por tortura, golpizas, denegación de
asistencia médica.
En el operativo fue apresada una guerrillera, y en
el 99% de los medios y pronunciamientos eso no es noticia, mucho menos
tragedia: cuando sí que los es, ¿porque qué suerte le espera en esas cárceles
insalubres y concentracionarias?
3. Necesarios planteamientos y pasos para lograr la
paz
A los que queremos la paz para Colombia, una paz con
Justicia Social, nos duelen todas y todos los hijos del pueblo: nos duelen las
y los guerrilleros muertos o presos, nos duelen los soldados muertos y también
los presos de guerra. Claro que sí. Por eso lo primero es presionar al estado
para que por fin acepte el intercambio humanitario de presos.
Luego es imprescindible que se estudie y contemple
la raíz de la guerra: porque la única posibilidad de paz real que tiene
Colombia, pasa por entender que la raíz de la guerra es la desigualdad social,
el despojo permanente a que son sometidos los campesinos colombianos, la
represión e intolerancia política con que el estado colombiano busca eliminar
la reivindicación social, que es tan atroz que llega al punto de instaurar el
terrorismo de estado con el empleo de la herramienta paramilitar. A partir de
la comprensión del problema en su totalidad debemos buscar soluciones reales
como: reforma agraria, cesación de la entrega del país a las multinacionales,
impulso de la soberanía alimentaria, cese de la ocupación estadounidense de
Colombia, cese del despojo que perpetran multinacionales y latifundio, cese del
saqueo y su correlativo empobrecimiento, redistribución de la riqueza, cambios
estructurales que necesita el 3er país más desigual del mundo (Coeficiente GINI
después de Haití), y nunca la solución del exterminio que prona Santos y los
aúlicos de exterminar al pueblo constituído en insurgencia.
4. Con relación a la negación del régimen colombiano
de entrar a un intercambio de presos de guerra:
Podría decirse que lo que ha hecho el estado es
asesinar a estos soldados; porque ha preferido dejarlos en la selva a soltar a
los presos políticos y de guerra. Es más, el régimen colombiano ha enviado a 3
guerrilleros a Estados Unidos: Simón Trinidad, Sonia y otro preso parte de las
FARC. Lo cual es una inhumanidad total porque los priva de ver a sus familiares
de por vida, y los entrega a jueces de otro país. Es criminal esa actitud
entreguista y necia del estado. Así que no sólo está el tema de que el régimen
no ha soltado a los presos en un intercambio humanitario, sino que además ha
enviado presos a Estados Unidos.
Las FARC han soltado a más de 300 presos de guerra
en los últimos años, el estado a uno solo: ¿acaso eso es un 'intercambio humanitario'
real o justo? ¿Quién es entonces el que no tiene voluntad, las FARC que liberan
a 300 presos o el régimen que se niega al intercambio de presos?
5. Secuestros carcelarios y desapariciones forzadas:
hay miles de seres humanos secuestrados realmente de los que los mass-media
nunca hablan
Por otro lado, ya que la propaganda habla de
'SECUESTRADOS', vamos a poner los puntos sobre las íes, y decir quiénes
realmente están secuestrados en Colombia:
Que el estado colombiano libere a los más de 7.500 presos políticos
encarcelados bajo Montajes Judiciales. Esos sí que están secuestrados. Son la mayoría civiles (más del 90%)
secuestrados por el estado bajo montajes burdos con testigos pagados (paramilitares
del ejército que sirven para enjaular a los opositores políticos), con falsas
'pruebas' de computadores mágicos, o incluso durante años sin pruebas, como es el caso
actualmente de la socióloga Liliany Obando que lleva más de 3 años encarcelada
ilegalmente, sin prueba alguna. O como
fue el caso del profesor Miguel Ángel Beltrán que pasó años preso sin pruebas,
dado que las "pruebas" que
el régimen aducía en su contra eran sus escritos académicos sobre la realidad
colombiana, en una evidente persecución al pensamiento crítico y a las ciencias
sociales. Igualmente el periodista Joaquín Pérez Becerra, entregado ilegalmente
por Venezuela, está preso sin pruebas ahora mismo, dado que la misma Corte
Suprema declaró nulidad de los "computadores mágicos". Sin pruebas,
Pérez Becerra está hoy secuestrado por el estado colombiano, como miles más de
presos políticos.
Asimismo las víctimas y familiares, la sociedad
vulnerada por estos crímenes de estado, pedimos que el Estado colombiano libere a los más de 62.000 DETENIDOS
DESAPARECIDOS (ONU reconoció 57.200 desaparecidos, Comisión de búsqueda 62.000
desaparecidos en agosto 2011): estos son secuestrados, torturados y
desaparecidos, porque no se sabe su paradero.
Que el estado diga: ¿DÓNDE ESTÁN? ¿dónde los
enterró? ¿Dónde los SIGUE enterrando? ¿Dónde se sigue llevando cada semana a
los opositores políticos el régimen de Colombia? Porque cada semana desaparecen
varios opositores políticos en Colombia: estudiantes, ambientalistas,
sindicalistas, maestros, campesinos... todos desaparecidos por la herramienta
paramilitar del régimen y la fuerza pública.
Ya basta de tanta falsimedia, hablemos claro, si
quieren hablar de "secuestro en
Colombia" hablemos claro, es el estado colombiano y su herramienta
paramilitar
el que hace del secuestro una práctica sistemática: queremos de vuelta a
los
desaparecidos y a los presos políticos, que el estado los libere, y que
cese los secuestros carcelarios y las desapariciones forzadas.
6. Conclusión
Tenemos que trabajar para lograr la Paz en Colombia, y en esa
palabra de tres letras caben los sueños de un pueblo, porque la paz verdadera
es la Paz con
Justicia Social, es decir una Paz que no sea la Pax Romana que pretende
Santos o el imperio estadounidense y sus aliados. El pueblo colombiano necesita
una verdadera paz, no una paz cosmética en la que la miseria seguirá asesinando
a más de 20.000 niños menores de 5 años anualmente, muertos por falta de agua
potable en el 4to país con más riqueza hídrica del mundo.
No puede ser que aceptemos que un puñado de familias
y de multinacionales acaparen todas las riquezas del país, mientras el pueblo
sufre despojo, desplazamiento forzado, miseria, desnutrición, condiciones
indignas de vida. No puede ser que aceptemos que las multinacionales destruyan
montañas enteras envenenando la fauna, la fora y los habitantes humanos, solo
para que se enriquezcan unos empresarios del oro, unos banqueros de la muerte.
No es aceptable que el pueblo colombiano no tenga educación gratuita y de calidad,
que no tenga acceso a la salud y se mueran miles de seres humanos anualmente
sin poder entrar siquiera a un hospital porque no los admiten por no tener
la "cuota para el
ingreso": eso es guerra social y económica, y es acabando con esa guerra
social y económica que el conflicto social y armado empieza a solucionarse.
Lo que no es aceptable es que haya miles de
muchachitos de 18 años que tengan que sacrificarse entrando al ejército
colombiano, solo porque es la única manera que tienen de que alguno de sus
hermanos obtenga una beca de estudios para la secundaria, o que su madre pueda
ser admitida en un hospital, porque eso hace el estado colombiano: cambia lo
que debería ser un derecho del pueblo (salud, educación) a cambio de vidas
humanas. Y eso no es aceptable. De esta forma se mantiene el régimen colombiano
y se mantiene un status quo de saqueo y empobrecimiento: la población es
empobrecida hasta la médula y para aceder a los derechos básicos muchos no
tienen otra opción que enviar a sus hijos al ejército que cuida a las
multinacionales. Porque eso hace el ejército colombiano: cuidar los intereses
de una minoría oligárquica y multinacional (hoy cuidando a la multinacional
Pacific Rubiales, a la
Drummond, a la
Gold Mines, a la
Medoro, a la Oxy,
a la Repsol,
etc), mientras que los hijos de los oligarcas nunca hacen ni el servicio
militar, porque pagan. Y luego, en el campo insurgente hay miles de muchachos y
muchachas que se van a la guerrilla cansados de la injusticia social, de la
explotación, de la represión atroz; que luchan para cambiar las cosas, luchan
contra un imperio, porque hoy en día son los bombarderos y la tecnología de
EEUU la que enfrentan. Son muchos los jóvenes que se clandestinizan e ingresan
a la guerrilla empujados por la brutal represión que ejerce el régimen
colombiano contra la oposición política: ese es un factor fundamental que no
puede ser ignorado.
Esta represión descarnada contra la reivindicación
social y política es digna de las peores dictaduras, y se traduce en que el 60%
de los sindicalistas asesinados en el mundo son asesinados en Colombia por la
fuerza pública y la herramienta paramilitar del régimen y multinacionales. Hay
una cifra dantesca de presos políticos, una realidad dantesca del crimen de
estado de la desaparición forzada: todo en Colombia huele a represión, la
universidades están militarizadas, las oficinas de sindicatos y de defensores
de DDHH tienen puertas blindadas, los abogados de presos políticos viven en el
miedo atroz, al menos la mitad del país sufre cruentos bloqueos económicos que
hace el ejército impidiendo entrada y salida de víveres, entrada de medicinas,
causando la muerte de miles de personas por carencia de medicinas. La lista de
la guerra represiva del estado contra la población civil es interminable; la
guerra no es sólo contra el pueblo insurgente, en Colombia hay terrorismo de
estado ejercido directamente contra la población civil.
Hay una guerra en Colombia, hay terror de estado en
Colombia contra la población civil, hay dolor, injusticia y muerte; tenemos que
buscar la paz: porque nos duelen los muertos, porque nos duelen los presos,
porque nos duele la injusticia social que está a la raíz de la guerra.
Fuente: www.aporrea.org
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